¿CÓMO CATAR UN VINO?

Antes de empezar, sujetaremos la copa por el tallo o por la base. Jamás, jamás, jamás por el cáliz por dos motivos fundamentales; con la mano se calienta el vino y además quedan marcados los dedos en la copa …

Vamos allá:

A la hora de catar, nos basamos en tres aspectos básicos:

Apariencia, Nariz y Boca

APARIENCIA

Tras descorchar y oler el corcho servimos un poco, sí, “un poco” de vino en la copa (unos 50 ml) inclinamos un poco la copa y observamos: con luz natural (preferiblemente, claro) y con fondo blanco (mantel, servilleta, papel, etc.) Estos cuatro aspectos: intensidad, color, disco y lágrima.

Intensidad

Intenso: vino bien conservado

Apagado: indica oxidación o que el vino es demasiado viejo

Color

Vino tinto

Color violeta indica juventud

Color teja indica edad

Vino blanco

Color limón, amarillo con tonos verdes indica juventud

Color dorado, anaranjado indica edad

Vino rosado

Color rosa brillante, púrpura indica juventud

Color rosa con matices naranjas y/o marrones indica edad

Disco

Es la parte más superficial del vino en la copa. Si es muy acuoso el vino es más joven.

Lágrima

El nombre es muy gráfico. Al mover un poco el vino en la copa podemos apreciar cómo cae por las paredes de ésta. Cuanto más grado de alcohol tenga el vino más lentamente caerá la lágrima.

NARIZ

Tenemos que oler el vino, primero tras servirlo en la copa y después tras hablerlo movido para apreciar la diferencia.

Cómo

Metemos la nariz en la copa, así, como te lo cuento. Nada de oler por encima … ni hablar. Eso indica que no tienes ni idea y además no sirve para apreciar bien los aromas. Si no sabes bien qué hacer observa a los demás, verás cómo meten la nariz dentro de la copa y aspiran.

Qué podemos apreciar

Partimos de la base de que el aroma que percibimos es algo muy subjetivo. El apreciar un aroma de una forma o de otra dependerá de experiencias pasadas y de recuerdos.

En general solemos hablar de aroma a vainilla, frambuesa, regaliz, piña, manzana verde, pimienta, frutos rojos, etc, y tiene su razón de ser.

Otra forma de definir un aroma es en base a componentes químicos. Hay quien lo hace pero es inútil para la mayoría de los bebedores de vino porque no tenemos por qué saber identificar dichos aromas con compuestos químicos.

Entonces, en general al oler el vino nos podemos fijar en tres aspectos:

Condición: limpio o sucio

Intensidad: poca, media o pronunciada

Aroma: manzana, grosella, mora, frambuesa, frutas con hueso, especias, frutos secos, vainilla, canela, toffee, madera, cuero, tierra mojada, tabaco, etc

Los aromas provienen de tres vías:

Aromas primarios: son los propios de la uva en sí, característicos de cada tipo de uva, y son básicamente de orden vegetal (manzana verde de Chardonay, frutos negros de Cabernet Sauvingon, etc)

Aromas secundarios: aparecen tras la fermentación. Se producen dos: alcohólica y maloláctica

Aromas terciarios o bouquet: aparecen en la crianza del vino. Cuando está en barrica o cuando está en botella

No me quiero extender con todo esto. Simplemente quiero decirte que si te gusta el vino, seas entendido o no, disfruta de sus aromas y contrasta tu apreciación con las de otros. Intenta averiguar a qué te evoca … disfrutarás mucho más de él que si te limitas a beberlo sin más.

¿Te ha sido de utilidad este artículo? Si es así comparte, por favor, a otros también les puede interesar. ¡Gracias!

Deja un comentario

Carrito de compra
Chat por WhatsApp
1
¿Necesita ayuda?
WhatsApp con nosotros
Sea bienvenido
¿En que podemos ayudarle?